sábado, 6 de febrero de 2010

Top 5: Los peores momentos de 2009

Llevo un tiempo haciendo mis listas con los mejores del pasado 2009 (sí, ya en febrero de 2010, soy así de guay) y he pensado comezar esta lista de ránkings con los peores momentos del pasado año a nivel cinematográfico, escenas, guiones o momentos que sean simplemente de vergüenza ajena:

- 5: Bye bye, blackbird. Enemigos públicos ha sido la gran decepción del año 2009. Esperaba una película rabiosa, furiosa, con la vida que suele tener el cine del genio Michael Mann. Y como los genios, Michael Mann da o una de cal o una de arena. Y Enemigos Públicos no le salió bien. Fotografía bastante irregular (viniendo de Dante Spinotti, que marcó n antes y un después con Heat), un guión bastante simplón, actuaciones pobres y una dirección sosa impropia de Mann, en la que no entendemos ni la fascinación que despierta Dillinger en el espectador ni la que debería despertar su novia en él como para hacerle perder los papeles. Es irregular, con escenas de alto calibre (la aparición de Melvin Purvis es digna del mejor western) y otras bastante sosas (los tiroteos con menos garra de su dilatada carrera), pero que termina de la forma más horrenda y cursi posible, amén de innecesaria. Tras su muerte, el policía interpretado por Stephen Lang va a ver al personaje de Marion Cotillard y le dice las últimas palabras de Dillinger moribundo. Pasteleo innecesario y que bajan aún más el nivel de la cinta.



- 4: El polvo de Watchmen. La adaptación de la obra magna de Alan Moore llevada a cabo por Zack Snyder ha pasado sin pena ni gloria por las pantallas, pienso yo debido a la poca capacidad del público de enfrentarse a casi 3 horas sin acción. Pienso que, sin estar al nivel de la novela, era una adaptación más que notable, pero que cuenta con algunos momentos de pura sobrada visual, provenientes del gusto por la cámara lenta del bueno de Zack. Este es uno de ellos. Tras entender el por qué de su impotencia, la necesidad de ser un héroe (como una droga, maldita sea), Buho Nocturno lo celebra pegándose un revolcón (por fin) con Espectro de Seda en el suelo de Archie, su nave. El problema viene cuando Snyder quiere darle el toque irónico y utiliza el Hallellujah de Leonard Cohen. Ver el culo de Malin Akerman botando y esta canción de fondo le da a todo un toque excesivamente vergonzoso y kitsch.

- 3: El bizarro polvo alienígena de Avatar. En la epopeya épica y mesiánica (JÁ!) de Cameron todo es poco original. No hay nada que merezca la pena más allá de contemplar unos efectos visuales alucinantes. Y por ello es, junto a Enemigos Públicos, el gran bluff del año. No es sólo porque la historia no sea original, eso cada día importa menos en el cine, si no porque todo es demasiado anuncio de compresas. Los personajes son robots sin alma, y la relación entre Jake Sully y Neitiry llega a parecerse sospechosamente a la de Crepúsculo (somos de dos mundos diferentes, tu eres un chico diferente al resto y no te aceptan en mi mundo mágico de duentes con excesivo parecido a los indios...) y el tratamiento a lo Disney de toda la historia es realmente vergonzante. Esas miradas castas que tienen la misma tensión sexual que Hannah Montana, esas equivocaciones y roces inoportunos con la misma maldad que un concierto de los Jonas Brothers, para terminar en un polvo ridículo y supercoreografiado entre árboles con lucecitas, que parece llevarnos a Pocahontas, a El Rey León ("es la noche del amor...") y, sospechosamente (y de esto creo que fui el único que se sorprendió en todo el cine, porque lo grite en medio de la proyección), tras una elipsis pseudopoética, a Excálibur, la brillante adaptación del mito artúrico de Boorman, porque cuando ambos se levantan están exactamente en la misma postura y en un entorno clavado al mismo en el que el Rey Arturo pilla a Ginebra con Lancelot. Cameron, cursi y plagiador.

- 2: Por quedarme con una, la supuesta tensión sexual de la escena de la lluvia en Terminator Salvation. Esta película deberían ponerla en las escuelas de cine, es perfecta para aprender a hacer cine: nunca lo hagáis como aquí. Fallos de principiante en todos los aspectos, no se salva ni uno, desde los efectos especiales al guión, pasando por una dirección ridícula (¡PRESENTA A LOS PERSONAJES, PEDAZO DE INÚTIL!) que corona este despropósito de 200 millones de dólares. Probablemente, dentro de las expectaciones que podía generar, la mayor burrada de 2009 es para las aventuras del poco carismático John Connor. La escena a la que hago referencia es una que, en los días previos, fue vendida como una magnética pieza erótica. Cuando la ves cuesta no reírse. Nos plantamos con el protagonista, el cachas Sam Worthington, y la guapita de la peli, una tal Moon Bloodgood (vaya nombrecito, de padres hippies seguro), que tienen menos química que Arafat y Sharón, en una escena donde, de repente, y en un mundo postapocalíptico árido (dry as a nun's funny como dicen en Australia) comienza a llover (eso sí, el fuego no se apaga) y ella, sin venir a cuento, mientras el bueno de Sam comprueba los alrededores absorto en su mundo, empieza a ponerse tontorrona y, aún me pregunto por qué, se quita la camiseta y comienza a mirarle de forma lasciva en plan "estoy aquí, maromo, enterita pa ti" mientras el bueno del cyborg pasa de ella de forma bastante graciosa. Y yo me pregunto, como guionista amateur, ¿Por qué ella es la que mantiene una tensión sexual que debería ser entre dos personas? ¿Por qué no es él el que la mira a ella mientras la sorprende de espaldas quitándose la camiseta, en lugar de quedarse absotro mirando chasis de coches reventados? Y más importante, ¿Por qué ella se quita la camiseta y el sujetador en mitad de una lluvia de tres pares de cojones? Al final, obviamente, él termina mirándola, pero con más cara de "anda hija, vístete que vas a pillar una pulmonía" que de albañil en horario laboral.

http://www.youtube.com/watch?v=l6vFM7ExvpE

- 1: Bruno le hace una mamada al fantasma de uno de Milly Vanilly. Bruno es una película mala, hablemos a las claras, apenas contiene un par de puntos graciosos (de hecho, realmente graciosos), pero el resto de la película bordea constantemente el mal gusto y en determinados momentos lo alcanza. Escatología barata, humor zafio a más no poder, puntos que llegan a resultar ofensivos por lo evidentes y estúpidos que son, y que tienen su culmen aquí: en su ansia por ser famoso, Bruno va a ver a un medium y este le da la oportunidad de hablar con uno de Milly Vanilly, antiguo amante del reportero. El resultado, el mayor esperpento y la escena más simplemente vergonzosa que he visto este año. Si Baron Cohen quiere ser escatológico, como inglés que es, debería mirarse unas pocas veces Little Britain, le sacaría mucho más jugo a sus ideas. (Disculpad la calidad... aunque tampoco os perdéis mucho)

2 comentarios:

poorpooland dijo...

nº5 --> Marion Cotillard es preciosa, así que un plano fijo en su cara no me molesta. Y la peli tampoco me molestó demasiado.

n4 -->Sí, es ridídulo pero me hizo mucha gracia. Fuera aparte, la película me pareció un gran acierto con respecto al comic. Para mi gusto, el final está adaptado para bien.

nº3 --> Me quedo con el vídeo que pusiste sobre lo que Cameron no enseñó.

nº2 --> No recuerdo la escena de la lluvia, no recuerdo casi nada de esa película, tan solo a un S de mentira pegando cabezazos. Deprime ver tanto dinero desperdiciado.

nº1 --> Sí. Recuerdo que le puse la escena a mi novia y me rogó que la quitara. Es una mezcla entre vergüenza ajena y coraje de que te tomen el pelo así porque sí. Me gustó Borat, pero no pude verle nada bueno a esta basura.

Saludos.

TonyMontanaLuque dijo...

5 - Marion Cotillard es preciosa, yes, no te lo discuto, y por eso todavía más extraña que se explique tan mal las sensaciones que despierta en Dillinger, creo que se le saca poco partido.

4 - A mí la peli me gustó mucho (su opening es una obra de arte) pero es que la escena llega un momento en que pasa de ser graciosa a ridícula, demasiada comedia para mi gusto.

3 - Always

2 - Te envidio. Yo aún no he podido olvidar esa cosa llamada Terminator: Salvation

1 - Me reí muchísimo con Borat, más de lo que imaginaba, por eso esperaba que Bruno fuera parecido, pero hubo momentos donde me aburrí y donde, directamente, sentí vergüenza ajena. Si por mí fuera, que le metan fuego a Sacha Baron Cohen, porque quiere provocar a ancianitas y a grupos ultraconservadores. A esos también los provoco yo con cualquier tontería, son grupos que están deseando que se les salte para responder.